En
este capítulo daremos un salto hacía atrás en el tiempo, volviendo a la
historia española y retrocendiendo justamente a la etapa anterior que tratamos
en los capítulos 2, 3 y 5; refiriendonos a lo que supuso la II República
española, una etapa corta, pero llena de cambios importantísimos que el punk a
recordado en infinidad de canciones.
Tras
el paréntesis “democrático” que supuso la Dictadura de Primo de Rivera, se
intento volver al sistema previo existente, una forma de gobierno pseudo
democrática definida por la alternancia del poder (bipartidismo), el caciquismo
y el pucherazo; un sistema conocido como la restauración comandado por un
sistema liberal monarquico, inconcebible en una sociedad cansada de los abusos
de su clase política y militar que pedía reformas profundas en su seno. Unas inocentes
elecciones municipales, diagnosticaron la victoria de una nueva forma de
Estado, en un país, que un 14 de abril de 1931, se acostó monárquico y se levanto republicano, cantando con
esperanza esta canción:
Una
república cuyas ideas, firmemente reformistas y progresistas, ilusionaron a un
pueblo acostumbrado a tragar polvo de terratenientes y burgueses, ideas todavía
muy vivas en muchas canciones como la siguiente de Reincidentes:
Pero
como todos los avances sociales, tuvo que afrontar la oposición de los viejos
poderes dominantes de una España atrasada, caciquil y profundamente
conservadora. Los defensores del viejo orden, no estaban dispuestos a ceder ni
una migaja de sus privilegios, pero se toparon de golpe con el despertar de
muchas conciencias, de las que habla esta canción de Envidia Kotxina:
Pero
este amanecer, se convirtió en amenaza para el gobierno republicano, que no dudo
en ejercer la fuerza contra aquellos que atentaban contra su orden y que
representaban una revolución social, como ocurrió en los sucesos de Castilblanco (Badajoz)
o los de Casas Viejas (Cádiz), de los que hablan Los Muertos de Cristo en la siguiente canción:
Estos
crueles atentados desprestigiarían al gobierno republicano y en noviembre de
1933, darían la victoria electoral a la derecha coaligada en la CEDA, lo que
conllevaría al bienio negro republicano, que arrasó la labor reformista del
espíritu republicano y devolvería la iniciativa a los poderes tradicionales. Algo
inaceptable, para una clase de trabajadores, que no estaba dispuesta a
someterse al mismo yugo que les había esclavizado durante siglos, "con poco que
perder y mucho que ganar", los desclasados lanzaron una huelga nacional, que se
convirtió en la Revolución de 1934, triunfante en Asturias, como bien lo
recuerdan Seguismundo Toxicomano en
esta canción, que habla de tiempos más recientes, pero que ejemplifica el
espíritu de lucha que siempre ha tenido el pueblo asturiano:
Tras
estos acontecimientos, la izquierda se reorganizó y se presentó más unida que
nunca, cuando un 16 de febrero de 1936 unas elecciones democráticas, dieron la
victoria a un Frente Popular, compuesta por toda la izquierda española, con el
apoyo de partidos regionalistas e incluso de los anarquistas de la CNT. Esta última,
sería una formación anarcosindicalista, convertida en el sindicato con mayor
número de afiliados en el territorio español, teniendo un protagonismo
fundamental en la misma coyuntura y la posterior Guerra Civil y reflejado en
líderes como Buenaventura Durruti, Ascaso o García Oliver; nombre que nos
llevan a mencionar la canción del cantautor genial Chicho Sanchez Ferlosio:
La
lucha de estos libertarios fue borrada de un plumazo de la historia, ya no solo
desde el régimen franquista, si no desde círculos afines a la izquierda, que han
desenterrado a otros personajes socialistas o comunistas, pero que han
mantenido en el olvido a figuras como Durruti, siendo seguramente una de las
figuras más atractivas y comprometidas de este periodo, así recuerda su muerte
el grupo Los Muertos de Cristo, un
funeral multitudinario que pocos conocen:
Las
posiciones entre la izquierda y la derecha se radicalizaron, sobre todo ante la
continua conspiración golpista que los militares prepararon en la sombra y que
finalizó en una guerra civil, de la que ya hablamos en capítulos anteriores. Pocos
documentos representan tan elocuentemente este conflicto, como la siguiente entrevista
del mismo Buenaventura Durruti, por esta razón, en su recuerdo y homenaje aquí
lo presento:
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